La pionera de la danza moderna y contemporánea, Marta Graham dijo “La danza es el lenguaje oculto del alma”.
Bailar, elijas el tipo de baile que sea, es una excelente actividad a nivel cardiovascularen la que se desarrollan la coordinación, el sentido de la musicalidad y la elasticidad.
Bailar es una excelente forma de liberar endorfinas y trabajar el cuerpo de manera global.
El ballet clásico, sin duda alguna base fundamental de los estilos actuales de baile, proporciona una correcta alineación postural así como el desarrollo de un core sano y fuerte, lo que se denomina una buena faja abdominal (musculatura estabilizadora de la columna, recto del abdomen, transverso abdominal, glúteos y pelvis).
Estos son aspectos importantes para el desarrollo de cualquier otro tipo de actividad y con transferencia a nuestra vida diaria.
Además, los ejercicios de ballet mejoran el tono muscular, la flexibilidad y plasticidadde la musculatura y tiene una mejora de la movilidad articular. Es decir, nos ayuda a ser más ágiles, movernos con facilidad y ganar amplitud de nuestros movimientos.
El aprender los ejercicios, favorece el desarrollo de la memoria así como la coordinación.
En una clase de danza el gasto calórico se eleva hasta casi 800 kcal. por hora (varía en función del tipo de danza e intensidad), por lo que es una actividad muy aconsejable en aquellas personas que quieran perder peso, pues es una manera más divertida que realizar trabajo en las máquina de cardio del gimnasio.
El trabajo que se realiza en las clases de ballet para adultos, las cuales se adaptan a todos los niveles, permite que la musculatura se alargue, logrando así una figura más estilizada.